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Los libros son las alfombras mágicas de la imaginación. Jorge Luis Borges
lunes, 26 de octubre de 2009
Había una vez...
Había una vez…
Así comienza este cuento,
con todos los personajes,
liados en un encuentro,
y la historia entrelazada
con cada uno de ellos.
Había una vez…
una pradera florida y soleada,
dónde todos los animales
felices retozaban
compañados por hadas.
Había una vez…
un niño que su alegría regalaba,
por todos los lugares,
que silente visitaba.
Dejándole a las personas,
su sonrisa como alhaja.
Había una vez…
un caballero de esbelta figura,
que con una espada en mano,
hacía alarde de su destreza,
para conquistar a una princesa.
Había una vez…
una doncella esperando,
mientras sus largos cabellos peinaba,
Y mirando por una pequeña ventana,
anhelaba que un amor pronto llegara.
Había una vez…
un final feliz,
para este cuento narrado.
El caballero y la doncella
se conocieron y desposaron.
Había una vez…
Y se acaban las palabras.
Todo se ha quedado allí,
en las páginas de este libro atrapadas,
junto a la imaginación que deleita,
por un instante, la mente y el alma.
Jyosti
25/10/2009
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